El día en el que “el Colo” Cabrera se probó en Talleres y Kudelka lo rechazó
Alejandro Cabrera, “el Colo”, es considerado hoy por hoy uno de los mejores volantes centrales del fútbol argentino.
Con 27 años, el “5” de Estudiantes de Río Cuarto fue una de las grandes figuras de lo que se disputó hasta aquí en el campeonato de la Primera Nacional.
El oriundo de Los Cóndores, sin dudas, pasa un gran momento, y a eso lo notan propios y extraños.
Si hasta Néstor Ortigoza cuando llegó como refuerzo a Estudiantes, lo primero que preguntó fue: “¿Quién es ese tal ‘Colo’ Cabrera del que todos me hablan?”.
Y allí arrancó a jugar en la Liga de Río Cuarto, hasta que lo “descubrió” Estudiantes.
Pero hay una historia menos conocida que vuelve a unir a Cabrera con Talleres. O, mejor dicho, “casi” los vuelve a unir, porque no tuvo final feliz.
La historia cuenta que el entrenador Frank Darío Kudelka había asumido hace pocos días en el Matador, en diciembre de 2014. El club se buscaba reconstruir con el arribo de Andrés Fassi como presidente, luego de perder la final por el ascenso con Gimnasia de Mendoza.
Para eso, había que reformular todo un plantel de futbolistas. Claro, llegarían muchos refuerzos.
Pero también realizarían una prueba de algunos futbolistas “desconocidos” que el cuerpo técnico iba a analizar para saber si tenían las condiciones para jugar en Talleres en el próximo Torneo Federal A 2015.
Entre ellos, había un grupo de jugadores que venía desde Chile y también se abrió la chance para que algunos valores del interior de Córdoba fueran vistos.
Uno de ellos era Álvaro Cuello, quien había rendido muy bien en el Federal B con Atenas. Un enganche de piernas largas y mucho talento que prometía. Un “distinto”.
El otro, un “Colorado” que visiblemente tenía algún kilo de más, pero que era figura en toda la zona de Río Cuarto. Sí, se llamaba Alejandro Cabrera.
Tras el entrenamiento, la persona que llevó a ambos futbolistas desde Río Cuarto escuchó lo siguiente: “El Flaco puede ser, lo podríamos evaluar. Ahora, el ‘coloradito’, con esos kilos de más que tiene, dice el DT que no puede ser jugador profesional”.
Antes, “el Colo” jugaba en Roncedo, de Alcira Gigena, en la Liga de Río Cuarto, y no tenía los mismos cuidados en cuanto al trabajo físico y la alimentación.
A medida que Estudiantes fue avanzando y ascendiendo categorías, Cabrera también fue “ascendiendo” y evolucionando en su manera de trabajar y se ha vuelto un gran profesional. Hoy, es elogiado por todos en la Primera Nacional.
Las vueltas del destino volvieron a encontrar a Kudelka y a Cabrera en una cancha.
Fue en la última pretemporada, cuando Newell’s de Rosario y Estudiantes jugaron un amistoso.
Los allegados a la dirigencia del León cuentan, que tras el partido, fue el propio Kudelka quien pidió por ese volante central de Estudiantes ante los dirigentes de la Lepra.
Newell’s ofreció un préstamo con opción de compra y Estudiantes dijo que no.
Aquella prueba en Talleres con Kudelka será solo una anécdota que algunos contarán en un asado, sin rencores ni malos recuerdos.
Quizá, en el algún momento, los destinos de Cabrera y del Matador se vuelvan a cruzar. Porque, claro, como decía Dante Panzeri, el fútbol es la dinámica de lo impensado…
FUENTE: MUNDO D