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Prigioni: “Ni siquiera pensaba que iba a jugar en la NBA”

Pablo Prigioni, exjugador de la NBA, quien actualmente se encuentra como asistente técnico en Minnesota Timberwolves, estuvo en un streaming por Youtube, de la cuenta del colega y amigo Sergio Vegas (video abajo del todo en esta misma nota). De la charla rescatamos varias frases de uno de los bases más importantes en la historia de Argentina. Analizó su etapa en Europa y comparó las diferencias con la liga de Estados Unidos. 

“Estamos todos bien. Llevamos ya un par de semanas confinados, desde que se suspendió la NBA, que a mí justo me agarró en Houston. Era el comienzo de un viaje de cinco o seis partidos por el Oeste. Después del primer partido en Houston en el que se suspendió todo que ya estamos acá. Tratamos de cumplir con lo que pide el gobierno, quedándonos en casa y estando pendientes de lo que ocurre en España y Argentina, adonde tengo la familia desparramada”

“La NBA estaba monitoreando todo muy de cerca y sentíamos que en el momento en el que llegara cerca iba a pasar lo que pasó. Es una situación única. No recuerdo haber pasado algo así jamás y por eso la importancia de aportar para que podamos superar esto y volver a la normalidad”. 

“Es recíproco. Hemos jugado tanto tiempo juntos que es difícil buscar a otro. La conexión que teníamos y tenemos con él dentro de la cancha es única. Para mí él es un jugador total. La clave de que Argentina haya llegado a la final, sin quitarle el mérito al resto, es Luis en ese nivel. También Facundo quien jugó a ese nivel, porque estan en su prime. Pero no esperaba que Luis hiciera el torneo que hizo. Esperaba que hiciera un partido bueno o dos, pero estuvo en el quinteto ideal con 40 años. No tengo con qué compararlo, busco y no lo encuentro”.

“Tenemos la suerte de estar en una organización en la que la lideran hacen la diferencia, en el sentido en la manera en la que nos mantienen a todos muy activos y unidos. Tenemos videoconferencias y un equipo muy joven, haciendo cosas que mantengan a los chicos en un proceso de educación. Por ejemplo, viendo defensas o algunos partidos, revisando material. También nos dan charlas motivacionales a todo el staff”.

“Me veo mucho mejor, obviamente. Todo sirve, incluso el poco tiempo en Vitoria. También me sirvió el tiempo en Brooklyn. Este año tengo un papel más grande. Me veo mejor que cuando empecé y peor de lo que me veré en cuatro años. Me parece que esa es la curva que me he propuesto dar y hay momentos en los que quiero ser mejor y no puedo. Pero es como una planta que crecerá a su ritmo”. 

“Cada entrenador suele tener dos jugadores con los que trabajan diariamente y de manera individual. Yo tengo a Russell y a Culver y practico mucho con ellos, especialmente antes de los partidos”. 

“Me gustó mucho la parte organizativa de la liga, y el hecho de jugar los últimos años de mi carrera acá me abrió mucho la cabeza. La manera en la que se construyen los equipos es en base a qué tipo de básquet quiero jugar. Instalo el sistema y a partir de ahí voy construyendo. Ese sistema tiene un porqué, y ya me voy a preocupar por ir llevando los jugadores adecuados. Eso te habla de que vos podés construir un equipo con más paciencia que lo que pasa en Europa. Si me das a elegir, me gustó mucho eso y también cómo el staff en una franquicia NBA llega muy profundo, sacando más virtudes y haciendo mejorar a determinados jugadores. Me enamoró mucho de la manera en que trabajan. Hay una idea un poco equivocada en Europa, que acá no se trabaja y no se entrena. Pero acá se trabaja el doble de lo que se hace en Europa. Ese sistema me enamoró y es una de las razones por las que estoy acá”.

“Ni siquiera pensaba que iba a jugar en la NBA. Fue una locura, no sólo que estaban Jason Kidd y Rasheed Wallace en el equipo, sino también Marcus Camby, Kurt Thomas y un montón de veteranos que habían tenido carreras increíbles. Fue tremendo compartir cancha con Jason. Rasheed era alocado, pero cercano y agradable. Disfruté mucho, a pesar de que estuvo poco tiempo con ellas. Fue una temporada muy linda, en la que ganamos muchísimos partidos”.

“Estaba cagado, porque había dos cosas que me preocupaban: que no jugara, aunque les había dejado muy en claro que si no jugaba me volvía a Europa, y que tenía muchas dudas defensivas. Pensaba que se me iba a complicar defender a jugadores más chicos, fuertes, rápidos y jóvenes. Pero las fui manejando y adaptando. Esa es una de las cosas que destacó, de encontrar una manera de traer mi básquet FIBA para volver a aplicar situaciones como el pase. Quería que mis compañeros quieran jugar conmigo. Y defensivamente intentaba hacerme planes, para que una vez me pasen y la otra no. De cuatro situaciones me tenía que anotar una, por ejemplo”. 

FUENTES: Confinados sin basquet – Basquet Plus


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