Gustavo Fernández contó como transita la cuarentena
Como todo deportista y gran parte de la sociedad argentina, Gustavo Fernández se encuentra cumpliendo con el aislamiento total, preventivo y obligatorio. Este momento lo agarra justo en un 2020 donde debía revalidar todo lo bueno que logró en 2019, año en el que ganó tres Grand Slam y fue número 1 del mundo en tenis adaptado.
Aprovechando el confinamiento, “Gusti” formó parte de la serie de transmisiones en vivo que genera la Agencia Córdoba Deportes, con el objetivo de sobrellevar el período de cuarentena y dejó una serie de definiciones impactantes.
Gustavo se encuentra en su casa en Buenos Aires, donde vive desde hace cuatro años ya que allí también vive el resto de su equipo que lo acompaña en todas las giras y lo prepara para rendir en el court. Desde su hogar el tenista oriundo de Río Tercero e integrante de una familia de deportistas con su papá Gustavo Ismael, ex jugador de básquet y Juan Manuel actual jugador del Pallacanestro Trieste, contó que su cuarentena comenzó antes que el resto.
“Fue raro porque yo viajé antes que cierren las fronteras porque tenia un torneo en Estados Unidos. El certamen empezó, les escribimos a ITF porque la situación ya se había ido de las manos. La ITF nos pidió que tengamos paciencia. Llegué el lunes iba a jugar el jueves. Mientras hacía la entrada en calor llegaron mails en catarata diciendo que se cancelaba el torneo y que se cancelaba la actividad por 6 semanas”, arrancó contando Gusti.
Y continuó: “Estados Unidos había cerrado la frontera ese miércoles. Ese jueves a la noche conseguimos vuelo y lo tomamos. Cuando estábamos yendo al aeropuerto nos enteramos del cierre de fronteras”.
El aspecto positivo de todo esto es que Gustavo pudo adelantarse a la situación y prepararse para seguir entrenando. “Me encontré con la obligación de quedarme en casa y pude prepararme para entrenar acá, pude conseguir cosas y me abastecí de lo que pude. Entreno todos los días, es necesario mantenerse activo. Es una buena forma de mantener la mente bien”, analizó el tenista.
Mientras tanto sus días pasan entre juegos de Play, lectura, juegos de mesa con su novia e “innovando en algunas actividades”, confesó. Además, reparte su tiempo viendo algunas series pero reconoció que el final de Game of Thrones le “rompió el corazón”, por lo que le cuesta ponerse a ver nuevas producciones.
Sin dudas que el 2019 fue de un crecimiento inigualable para Gusti en lo profesional, lo que le trajo aparejado una gran cantidad de títulos. Y el parate de este año en cierto punto lo afectó. “El 2020 iba a ser un año muy particular y además con el desafío personal de seguir creciendo y que eso me traiga más títulos. Pero no tuvimos la chance de competir mucho”, se lamentó.
Aún así, eso no le quita la posibilidad de ponerse a analizar y recordar los momentos que le trajeron grandes sensaciones aunque eligió uno muy especial. “Tuve la chance de estar en dos Juegos Paralímpicos, ganar partidos importantes, perder partidos muy duros. Pero todo eso es muy difícil de comparar con la semana de Wimbledon del año pasado. Lo veía muy difícil de concretar, tuve dos finales consecutivas de derrotas, una estando muy cerca. Esa semana estuve con casi todo mi equipo acompañándome y estaba toda mi familia: mi papá, mi mamá, mi novia, mi hermano con su esposa y sus dos hijos. Entonces todo eso desencadenó en emociones, experiencias y vivencias que no hay forma que me las olvide nunca. El domingo ese, más allá de que el proceso fue hermoso, fue tremendo poder compartir con todos ellos quizás el logro mas grande de mi carrera. Mas allá de que Roland Garrros es mi torneo preferido”, rememoró.
Todo esto tiene tanto valor, porque estaba toda su familia y todos ellos ocupan un lugar muy importante en su vida. “Mi familia es todo para mí. Yo tuve suerte de caer en la familia que caí y que me hayan acompañado y educado de la forma que lo hicieron”, especificó.
A su vez detalló lo que siente por su papá y su mamá: “Mi viejo sin dudas está dentro de los 10 mejores jugadores de la Liga Nacional y nos ha enseñado todo. Y admiro absolutamente que ha logrado que todos lo recuerden con cariño. Ojalá a mí me recuerden como a mi viejo. Y mi vieja es fuego, es pasión absoluta, es incondicionalidad en su máxima expresión, es corazón puro”.
Entre los títulos que dejó esta charla con Gusti fue su proyección a futuro y la renovación de su ambición por seguir creciendo en este deporte. “Más allá de todos los resultados, es muy lindo y fuerte el deseo de competir y desafiarse. Realmente en ese sentido la motivación se renueva sola, no pasa por la cantidad de títulos sino por seguir creciendo y tratar de mejorar”, aseguró.
Y remarcó: “Tengo la suerte de seguir mejorando y creciendo y que encima eso traiga títulos, lo que lo hace fructífero. Nadie va a negar que juego para ganar. Al tener ese hambre de competencia tan marcada, no me cuesta mucho la motivación. Igual, algún día capaz me levanto y digo me cansé, no quiero mas. Hoy estoy muy bien, motivado y con mucho deseo de seguir creciendo y ojalá todo eso traiga títulos porque pienso seguir jugando 10 años más”.
Por último, dejó una reflexión e intentó bajarle la temperatura a la polémica que se generó por su baja de los Premios Olimpia. “Lo que digo es que los deportistas somos un todo con muchos aspectos y hay un montón de cosas que forman a un deportista. Los deportistas son entidades que se componen de varios factores que son aplicables a todos los deportes, entonces el deporte adaptado no queda exento”.
Y concluyó: “El desarrollo que tuve que hacer es muy amplio y no me achico con respecto a lo que tuvo que hacer otro. El espectáculo puede ser que sea menor en el adaptado, porque también se difunde menos. ¿Por qué no puedo comparar a Djockovic con un adaptado? mis partidos pueden ser mas aburridos, pero mi esfuerzo no es menor. No confundamos show con esfuerzo”.
Al finalizar la charla, expresó su deseo de poder estar en la próxima edición del Córdoba Open si el calendario se lo permite.
FUENTE: Agencia Córdoba Deportes