El CART pionero del deporte riotercerense
La ciudad de Rio Tercero reconoce oficialmente como día de su fundación el 9 de septiembre de 1913, fecha en la que se aprobaron los planos, pero dicen que su fundador Don Modesto Acuña consideraba el 25 de mayo de 1912 como día de nacimiento de su anhelado pueblo. Lo cierto es que desde 1910, año en el que se comenzó a construir la línea del ferrocarril, ya había un grupo de pobladores activos por estas tierras.

En aquellos años la vida del poblado era monótona, interrumpida por alguna que otra fiesta en las fechas patrias y la llegada del tren, que traía caras nuevas. Para romper esa monotonía, un grupo de jóvenes, entre las últimas cuadras del pueblo y el alambrado del campo, se juntaban a correr detrás de una pelota, jugando un deporte que ya había ganado el corazón de los jóvenes argentinos, el foot-ball.
El lugar se convirtió en el primer “potrero” del poblado y según relatos de los primeros pobladores, allí se juntaban todas las tardes a patear, pero debían acordonar la cancha y atar los caballos para que no se metieran al campo de juego.
Fue en ese “potrero”, precisamente en el lugar destinado a ser la plaza principal del pueblo, en el que estos primeros jóvenes deportistas riotercerenses decidieron crear un club, imitando los existentes en otras ciudades mayores. Nació así el Club Atlético Río Tercero, un 23 de abril de 1915.
Tiempo después, coincidiendo con una serie de eventos sociales y deportivos que se organizaban todos los 25 de mayo, la institución tomó ese día como fecha de fundación. Algunos dicen que la elección de esa fecha, pudo haber sido un homenaje al fundador del pueblo, lo cierto es que no hay documentos que respalden estas ideas o comentarios pueblerinos.

Aquel “potrero” se convirtió oficialmente en la primera cancha del club, ocupando la manzana que luego sería la plaza Roque Sáenz Peña, más tarde denominada San Martín.
El lugar era una de las últimas manzanas del pueblo y fue utilizado como cancha cuando no hacía falta como paseo público. Solo a un costado estaba la Escuela Fiscal, hoy Modesto Acuña y del otro lado una precaria construcción destinada a comisaría.
De aquel grupo de jóvenes que se juntaba a patear surgió el primer líder al que todos consideraban el presidente, don Ventura Díaz, el propietario de la primera empresa de servicios fúnebres del pueblo.
Cuando se oficializó la primera Comisión Directiva, Antonio Collini, un empleado ferroviario que hacía unos años ya vivía en el pueblo fue elegido como Presidente.
La primera casaca de Atlético fue roja con cuello y puños blancos. Río Tercero no tenía otro club y sus rivales eran equipos de pequeños poblados vecinos como Almafuerte, Tancacha o Hernando. Sin embargo en el año 1919 una institución que se estaba gestando desde 1912 formó un equipo que se animó a enfrentarlo, convirtiéndose en el primer rival local del CART.
El equipo era del Lawn Tenis, club que pretendía ser el punto de encuentro entre los ingleses que vinieron para construir las líneas del ferrocarril y los primeros pobladores.
Después de la casaca roja, el equipo utilizó una de pople blanca hasta que finalmente adoptó una blanca con bastones verticales azules bien finitos, que dio origen a la actual con bastones más anchos.

En 1929 se compraron los lotes de la calle Esperanza y Avenida Savio, en el año 1944 la institución obtiene la personería jurídica y comenzó a desarrollarse “el sueño de la casa grande”, sueño que se fue cumpliendo, pero su crecimiento se vió limitado en el tiempo. Las instalaciones del club quedaron cercadas por el avance de una pujante y progresista ciudad. Fue entonces cuando aparecieron nuevamente las ideas visionarias de un grupo de dirigentes que decidieron la compra de 11 hectáreas cruzando el río, en lo que hoy es el Barrio Intendente Ferrero.
En el año 2011 se comenzó la construcción de un nuevo predio deportivo y en el 2013 se inauguró la primera etapa, hasta que se trasladó el “Antonio Collini”, y su Estadio pasó a llamarse “Centenario”.
El CART está cumpliendo 105 años y más allá de las fechas oficiales, como institución pionera del deporte riotercerense queríamos hacerle este homenaje porque es parte de las grandes “Historias del Gen Dominante”.
