Historias del Gen Dominante

El sparring del Presidente

A principios de la década del ’90 el tenis argentino no tenía grandes representantes entre los 100 mejores jugadores del mundo y parte de las esperanzas estaban puestas en dos jugadores riotercerenses, los hermanos Depetris.

Federico, el mayor, inició en 1990 una gira por Europa buscando sumar sus primeros puntos ATP, en el circuito profesional del mundo. Por su parte Leopoldo, con 16 años, en el año ’91 era el mejor jugador del país en su categoría y fue becado por el Centro de Entrenamiento Barral/Gattiker, en Buenos Aires, para participar de un programa que apoyaba a los 12 jugadores argentinos de mayor proyección.

Federico y Leopoldo Depetris, en una pausa de entrenamiento.

Por entonces, el presidente Carlos Saúl Menem era un gran aficionado a los deportes, especialmente al tenis, disciplina que practicaba tres veces a la semana en la residencia de Olivos. El mandatario tenía como profesor al riojano Dante Pugliese, también entrenador de Leopodo en su centro de entrenamiento, quien lo invitaba periódicamente a jugar dobles a la residencia.

“A Menem le gustaba jugar muy temprano, a las 8 horas teníamos que estar en la cancha esperándolo, así que como yo vivía a más de una hora de viaje de Olivos, tenía que levantarme muy temprano pero lo hacía con mucho gusto”……”Imaginate para un pibe de 16 años jugar al tenis con el presidente era toda una experiencia”.

Le cuenta Lopi a Depor3

Los clásicos dobles eran entre Alberto Kohan (Secretario General de la Presidencia), el presidente Carlos Menem, Dante el profesor y el joven Leopoldo

“Yo lo llamaba por su nombre Carlos y el me decía Lopi, muchas veces cuando jugaba con él de compañero tenía que poner todo, me tocaba la peor parte porque no le gustaba perder; otras veces cuando jugaba en contra tenía que ir a menos”…

Recuerda entre risas “Lopi”. 
El Presidente Carlos Menem y Leopoldo Depetris previo a un partido

“Fui muchas veces entre el año 1991 y 1993, recuerdo el excelente servicio de cancha que nos hacían y después de jugar pasábamos a la Residencia para hacer el tercer tiempo, donde disfrutábamos una especie de segundo desayuno con los mejores quesos franceses y comía cosas que yo nunca había probado en mi vida, como muzarella de búfalo. Las charlas generalmente eran sobre deportes, los logros de los mejores deportistas del momento, la selección de fútbol y la campaña de River Plate en el campeonato de AFA”.

“Cruzar la puerta de la Residencia de Olivos era por entonces para mí como entrar a otro mundo, por eso lo disfrutaba mucho. Después salía de ahí y volvía a mi realidad, la rutina de viajar en colectivo, entrenar mucho, vivir solo y con lo justo; pero son las cosas lindas que me dejó el tenis”…

recuerda Lopi con un aire de nostalgia

Leopoldo Depetris lamentablemente tuvo que abandonar siendo muy joven el sueño de tenista profesional; una lesión en la espalda lo imposibilitaba hacer deporte de alto rendimiento; pero queríamos traerles esta pequeña “Historia del Gen Dominante”, recordando al gran tenista riotercerense que fue.


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