Fútbol

El secreto detrás del vendedor

El paisaje deja ver autos por todos lados. Nuevos, usados, de todos los colores y estilos. La tele está con un canal que transmite un partido de Champions League. ¡Tantas veces nuestro protagonista admirador del ‘Pato’ Fillol soñó con estar en uno de esos juegos trascendentales! Sin embargo, Iván Castro, el vendedor de autos de este relato, tiene una historia futbolera digna de esas superestrellas deportivas.

Castro tiene 39 años y siempre trabajó en el rubro de venta de automóviles. Él es de ponerse metas y desde hacía un tiempo se había prometido que cuando tenga 40 años quería tener su propia agencia. Y se le dio. El año pasado se lanzó con su propio local, en la Avenida Pio X de la ciudad de Río Tercero. Al fin dejó de ser empleado, pero le tocó atravesar un año difícil con el combo pandemia-cuarentena. Sin embargo, para su sorpresa, su emprendimiento está funcionando mejor de lo esperado. En la zona se encendió la compra de vehículos como inversión y él lo está aprovechando.

Y varios de esos clientes que se acercan a la agencia multimarca y lo miran, le ven cara conocida.

– Che, disculpa, ¿vos sos el arquero de Agrario de Corralito? –le pregunta uno, mientras el vendedor de autos sonríe. Y cuando le hace el gesto afirmativo de que está en lo cierto, la charla continúa.

– El domingo te putié en la cancha y ahora te estoy comprando un auto.

Ambos lanzan la carcajada. Iván Castro ya está acostumbrado a situaciones similares a esta.

El ‘Flaco’, además de vender autos, es un reconocido arquero en la Liga regional de fútbol de Río Tercero. Tiene una trayectoria increíble en la que ostenta haber jugado más de 25 finales en los equipos a los que les defendió el arco.

Pero posee un récord especial, una marca que comparte con, nada más y nada menos, José Luis Chilavert. ¿Cómo es eso?

“Fue un viernes a la noche, yo jugaba en 9 de Julio de Río Tercero, y enfrentábamos a Fitz Simon de Embalse, pero en La Cruz. En ese partido hice tres goles”, relata Castro, que en aquel noviembre de 2012 logró algo que sólo la leyenda paragauaya había logrado: tres goles en un mismo partido oficial por parte de un arquero. ‘Chila’ lo logró en 1999, también un noviembre, en el juego que Vélez goleó 6-1 a Ferro.

“Los tres fueron de penal, los dos primeros se los hice a Diego Pecovich y el tercero a Mauricio Albornos, que después fue compañero mío. Esa noche festejamos, pero nunca supe del récord. Un periodista de Río Tercero hizo circular el video con los goles y llegó hasta el diario Olé. Me acuerdo que cuando terminó el partido le pedí a un dirigente que me dé la pelota para guardarla y el directivo me dijo que no podía, porque no íbamos a tener para entrenar el martes jaja… Después el utilero me regaló una y todos mis compañeros me la firmaron. Luego me enteré que tenía ese récord, que me genera mucho orgullo, satisfacción, porque siempre, de chico, quise ser un jugador profesional, me dediqué a eso, pero no tuve la suerte de llegar. Pero hice mi carrera y me propuse a hacer mi historia, porque el fútbol me apasiona mucho y lo vivo intensamente”, cuenta Castro, que se acomoda en su sillón, con la tele de fondo, esperando que entre alguien a preguntar por un auto.

LOS GUANTES, SU PASIÓN. Tiene 13 títulos y 12 subcampeonatos como arquero en su carrera. Campeón con las 5 camisetas que vistió: 9 de Julio, Vecinos Unidos, Huracán (Tancacha), Agrario (Corralito) y Selección de Liga Río III.

¿Y si se quedaba? Iván Castro tenía 14 años aquel 3 de noviembre de 1995. Era un adolescente. Ya pasaron 25 años, pero él lo recuerda bien, es que esa mañana discutía con su papá Ricardo porque no lo quería acompañar a la carnicería que tenían en Embalse. Él se quería quedar en su casa, en Río Tercero, a “descansar”; pero su mamá Ana le insistió en que fuera con ellos. ¿Por qué? No saben responder. Finalmente lo convencieron. Al llegar a la carnicería se enteraron que su ciudad, y a unas cuadras de su casa, se había producido unas explosiones en la Fábrica Militar.

Sí, pasaron 25 años y todavía no hay justicia para la ciudad; e Iván Castro recuerda latente pensando en “¿y si me quedaba?”

El vendedor de autos, arquero récord, esposo de Valeria y papá de Ciro y Valentín, cuenta: “Dos días después mis padres volvieron a Río Tercero para ver cómo estaba la casa. La única ventana que se había caído era la de mi pieza, y todos los vidrios estaban en mi cama”.  

Fuente: www.perfil.com


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