“Si va Mario, Marcelo también”
Para comienzos de los ‘80, Mario y Marcelo Milanesio, ya eran juveniles reconocidos a nivel nacional. La familia había llegado a Rio Tercero en 1977 y los hermanos eligieron Sportivo 9 de Julio para continuar jugando al básquet, como lo hacían en su Hernando natal. El club “patriota” estaba a solo cuatro cuadras del primer domicilio en la calle San Martín.
Otra mudanza, los acercó a Atlético Río Tercero, donde continuaron jugando hasta volver al Centro Recreativo de Hernando, dado que el papá Mario fue convocado a dirigir allí.
En 1981 Raúl Frola era profesor de la ENET y además dirigente del básquet de Fábrica Militar, club que estaba necesitando un goleador como Mario. Cuando fue a hablar con el padre para llevarlo a jugar a “Casino”; don Mario Milanesio dijo “si va Mario, Marcelo también”. Así fue como ambos pasaron a jugar en el equipo “luminoso”.
Fábrica quería romper con el dominio de 9 de Julio que venía siendo campeón de los torneos locales en los últimos ocho años y logró incorporarlos. Fue así como en noviembre de ese año consiguieron el ansiado campeonato de la Asociación de Básquetbol de Río Tercero.
Mario, el mayor, había integrado las selecciones cordobesas de 1980 y 1981, que ganaron el Argentino Juvenil en Capital Federal y Viedma respectivamente. Además, era integrante de la selección nacional. Por su parte, Marcelo había sido campeón nacional con los Cadetes de Córdoba, en Curuzú Cuatia, Corrientes. Además, ambos resultaron fundamentales para lograr el recordado título de la ENET, en los intercolegiales nacionales de octubre de 1981.
Mario Guillermo era un jugador que en todo partido convertía arriba de 35 puntos. Marcelo Gustavo, el menor, se caracterizaba por su talento y conducción, pero no tenía por entonces, la efectividad de Mario. Así que los ojos de los clubes casi siempre estaban puestos en el hermano mayor.
La historia se volvió a repetir en 1982. En un partido amistoso entre Fábrica y Atenas, que ya era uno de los poderosos de Córdoba, Mario les convirtió 36 puntos cuando no valía el triple. Marcelo que también integraba el primer equipo de Fábrica solo jugó algunos minutos en cancha porque todavía era muy chico.
Jorge Audano, un dirigente de Atenas fue a pedirle a Mario padre, el pase de su hijo mayor. El “viejo” Milanesio como afectuosamente todos lo conocían, dijo nuevamente “si va Mario, Marcelo también”. Finalmente la transferencia de ambos se concretó por 30 pelotas grandes y unas 20 pelotas chicas de mini básquetbol.
El debut de los Milanesio en el “Griego” fue en junio de 1982 en un partido del torneo León Sakalian donde Atenas derrotó a Unión San Vicente con un destacado trabajo en la conducción de Marcelo y Mario fue el goleador del partido con 22 puntos. En 1983 ya darían su primera vuelta con el equipo de barrio General Bustos, ganando el torneo de la Asociación Cordobesa de Basquetbol.
A pesar de no haber nacido en Rio Tercero, los hermanos Milanesio son considerados hijos adoptivos de esta ciudad, donde representaron a los tres clubes más importantes, compartieron sus primeras grandes alegrías deportivas y disfrutaron de los mejores años del deporte estudiantil, dejando una huella imborrable en el corazón de los riotercerenses.
FUENTE: Libro Nuestro Gen Dominante – Marcelo Calderón