Al fin del mundo en bicicleta
Con bastante experiencia en realizar largas travesías en bicicleta, Agustín Cantarero se propuso atravesar la Patagonia argentina y llegar a la ciudad más austral del mundo: Ushuaia. Salió de Rio Tercero el 3 de enero de 2011 en dirección sur hasta llegar a la ruta 3 para visitar y detenerse a trabajar primero en Las Grutas y después en Puerto Madryn, visitando la Península de Valdés

Mientras disfrutaba de estos maravillosos lugares de la costa atlántica, se aproximaba el crudo invierno patagónico. Las bajas temperaturas y los fuertes vientos, lo hicieron desviar su camino y se dirigió a Bariloche, donde se desempeñó como cocinero en el Club Argentino de Ski, en la base del cerro Catedral, durante tres meses.
En septiembre del 2011 decidió continuar su viaje hacía Ushuaia pero haciéndolo por Chile. Es así que durante la travesía tuvo la oportunidad de cruzar la cordillera y recorrer parte del país vecino. Al llegar a Puerto Montt, tomó un barco para navegar 1900 kilómetros por el Océano Pacífico, hasta llegar a Punta Arenas y de allí poner pie nuevamente en suelo argentino en Tierra del Fuego.

Al retomar la ruta 3, precisamente después de un año de viaje, el 3 de enero del 2012 llegó a su destino, la ciudad del fin del mundo, cumpliendo así lo que todos conocen como el décimo gran desafío o aventura deportiva. Después de visitar durante 10 días Ushuaia, emprendió el regreso y al llegar a Rio Gallegos, retomó la ruta 40. En un principio el viaje comprendía llegar por esta ruta hasta La Quiaca, en el norte del país, pero las bellezas naturales de la Patagonia argentina y chilena lo atraparon y le demandaron más tiempo del que tenía previsto.
Al llegar a Mendoza, inconvenientes familiares lo hicieron regresar a Rio Tercero. Después de un año y tres meses de aventuras se reencontró con sus afectos el 21de abril del 2012. Finalizó así un extenso viaje de 16.000 kilómetros, de los cuales 14.000 fueron pedaleando.
FUENTE: Libro NUESTRO GEN DOMINANTE, de Marcelo Calderón.
