La historia de Álvaro Molina Lucero, el hermano de Nahuel que se sumó a Talleres
La Copa América que se está disputando en Brasil viene dejando buenas sensaciones para la selección argentina y sobre todo para los cordobeses convocados por Lionel Scaloni.
El primero en ganarse el reconocimiento de los hinchas y de la prensa nacional fue el zaguero Cristian Romero, a quien por estas tierras conocíamos casi de memoria por su pasado en Belgrano y San Lorenzo.
Y luego le tocó el turno a Nahuel Molina Lucero, el lateral derecho nacido en Embalse y que entró “por la ventana” en la lista en lugar de Juan Foyth.
Nahuel se fue libre de Boca a mitad del año pasado y recaló en el Udinese de Italia, donde comparte equipo con Rodrigo De Paul, Juan Musso y Roberto Pereryra. Se ganó su lugar y despertó el interés de Lionel Scaloni.
Pero su historia ya es conocida por muchos y lo que pocos sabían es que tiene una familia por demás futbolera.
Entre los Molina que destacan dentro de una cancha se encuentra su hermano Álvaro, que tiene 18 años y se sumó a Talleres en 2020.
Los dos tienen características similares, hacen muy bien todo el carril derecho. Hasta el mismo físico tienen”, contó Hugo, padre de ambos y también con pasado de futbolista.
“Al igual que Nahuel mi hijo Álvaro heredó la misma pasión que yo siento por el fútbol. Lo cual no es poco. En nuestra familia tenemos hinchas de Talleres y de Belgrano, así que nos gustaría en algún momento ver jugar a alguno allá”, agregó Molina.
Sobre su pasado como jugador, el padre de los futbolistas contó que cuando era adolescente iba a un colegio interno en Buenos Aires y dijo que allá jugó en Primera D en Pilar, pero luego se volvió a Embalse.
“Jugué en Roncedo de Alcira Gigena y en Atenas de Río Cuarto cuando me fui a estudiar allá. También pasé por 9 de Julio, Santa Rosa, Belgrano de Berrotarán y me retiré con 36 años Atlético Ascasubi”, concluyó Molina, que este domingo recibió un hermoso mensaje de su hijo Álvaro por el día del padre.
“Gracias por haberme enseñado el camino correcto, por estar en cada logro y tropiezo, por cada sonrisa compartida, y por haberme mostrado que desde el minuto 1 al 90 siempre se deja todo. Siempre voy a estar agradecido que mi primer recuerdo sea una pelota de fútbol y que corriendo atrás de ella voy a ser feliz. ¡Feliz día del padre campeón!”, escribió Álvaro, que ahora sueña con hacer su propia historia en Talleres.
Fuente: MundoD