Desafío Capital
Estamos próximos a cumplir cuatro años de una trascendental declaración para la ciudad. El 23 de agosto de 2017, la Cámara de Senadores de la Nación declaró oficialmente a la ciudad de Río Tercero como “Capital Nacional del Deportista” mediante la ley Nacional N° 27378.
Lo que fue un anhelo, que generaba mucho entusiasmo a principios del año 2012, hoy es una realidad pero detenida y un poco opacada en el tiempo.
Atrás quedaron largas y discutidas reuniones de la Asamblea Ciudadana que comenzó a delinear los pasos a seguir para lograr el anhelado reconocimiento. Las incansables convocatorias de los profesores Omar Pisani y José Antonio “Nino” Theiler como coordinadores de la misma. La asistencia y el trabajo comprometido de gente del deporte y referentes de la ciudad que la integraban. El apoyo de dirigentes, concejales y legisladores. Las innumerables gestiones oficiales que durante cinco años realizaron el por entonces intendente, Alberto Martino, y su funcionario Javier Lunari, como secretario de Deportes.
Todos realizaron un importante trabajo, el de lograr otorgar a la ciudad una oportunidad distinta.
Sin embargo, una vez logrado el objetivo, faltó un proyecto, un plan estratégico dónde canalizar las inquietudes de todos los sectores de la ciudad y lograr las condiciones adecuadas para que ésta declaración se convierta en una verdadera posibilidad de progreso para Río Tercero. Estaba muy claro el “por qué” faltó el “para qué”.
Si nos permitimos pensar con optimismo, la oportunidad de beneficios que se le presentan a Río Tercero, por ser la capital de todos los deportistas argentinos, es ilimitada.
Solo basta con seguir el ejemplo de ciudades que supieron ganarse la consideración del país, convirtiéndose en referentes de una actividad o producto, como Jesús Maria y la doma, Cosquín y el folclore, Gualeguaychú y el carnaval o Villa General Belgrano con el chocolate y la cerveza, por dar solo algunos ejemplos.
Todavía estamos a tiempo de encaminar aquel anhelo, antes que el entusiasmo de hace nueve años atrás, decaiga totalmente. Podemos empezar a transitar por el vasto universo de las posibilidades y beneficiarnos de esta declaración con la que nos ha honrado el país.
La oportunidad fue otorgada, en nosotros está entender qué podemos proyectarnos desde el deporte a un próspero futuro. Los riotercerenses tenemos por delante un “desafío capital”.